Bebedores Magazine

Cervezas, fútbol, amigos, conversaciones: un pub irlandés

Pub nº21: Moore’s & Co

El 6 de Mayo de 1982, los vecinos de Castlewellan, una pequeña ciudad en el County Down irlandés, vivieron algo singular, uno de esos sucesos que se cuentan de padres a hijos, generación tras generación, y que tuvo su origen en un detalle en apariencia banal: ese día un vecino del lugar llamado Patrick Moore cumplió 80 años.

Del Rosal y mi menda quedamos absolutamente fascinados por el comienzo de un texto compuesto por varios párrafos más, que puede disfrutarse en varias cartas de Moore’s & Co y en que se explica, se trata de narrar la génesis de este grupo de bares. Porque, como recordarán, cuando fuimos al 3, también estuvimos en un Moore.

Una historia sencilla, en apariencia banal, dice concretamente el autor, un hecho tan habitual como un cumpleaños se vivió de manera y forma especial. Un grupo de irlandeses, orgullosos, tradicionales, respetuosos y sobre todo asumiendo aquello tan manido del “nobleza obliga”, se vieron en la necesidad de honrar a ese venerable octogenario. ¿Cómo? Imaginen. La línea trazada es fácilmente representable. Yendo a un pub a disfrutar todos con la compañía de sus compatriotas y semejantes.

Repito, historia simple si quieren, pero tierna y emotiva a la vez.

La elección del 21 fue acertada. Un pub en una zona muy céntrica, pero bien situada y accesible permite al bebedor convencional disfrutar de una velada más que generosa.

El pub queda dividido en dos plantas, la principal en la que una enorme pantalla permite disfrutar del deporte en todo su esplendor con barra bastante grande y alargada y mesas en varios puntos estratégicos y la planta de arriba que a su vez se reparte en un recoveco curioso y una sala de tamaño también considerable, con más televisores y muchísima decoración. Algo a destacar, por tanto, en tema de irlandidad. Muy, pero que muy bien decorado.

En el tema cervezas, digamos que el 21 no fue especialmente brillante. La más que positiva categoría y prestancia en el trato no se ve acompañado en demasía en lo que es puramente el “tiramiento” de la Guinness. Mejorable. El precio de 5′20 es equidistante en cuanto a comparación: tal vez, un pelín caro con respecto, por ejemplo, al The James Joyce, pero barato si se compara con la salvajada del Bo’Finn.

Las dos pintas de rigor fueron absorbidas con la elegancia acostumbrada y saboreadas, primeramente por la grata compañía y extraordinaria conversación que tuvo lugar y además por una interesantísima jornada de Champions que, como podrán imaginar los ausentes, otorgó un nivel ambiental más que considerable al Moore’s & Co.

Del Rosal hizo los honores ejerciendo como cicerone y los restantes cuatro cerdacos (Papo, Ortigoza, Don Miguel y un servidor) aparecimos pocos minutos después.

Además de los temas recurrentes habituales, la proximidad de la boda de Sánchez Zurita ocupó parte de la noche. Señores, no queda nada. El tipo se casa. Ya adelantaremos más datos, pero el 22 será de los que marquen época.

La sensación general acerca del Moore’s & Co y las notas, probablemente así lo corroboren fue de haber estado en un pub de puntuación alta.

Y por supuesto… clásico clásico donde los haya:

Por cierto, hay que empezar a plantearse si somos completamente retrasados cámara en mano o si es que el susodicho aparato falla más que una escopeta de feria, porque anda que no tuvimos que probar para obtener algo medio decente.

Aun a trueque de molestarles por la insistencia, permítanme que haga hincapié en lo fastuoso de la conversación. Hubo momentos, a mi entender, que superaron lo visto en viajes anteriores (y miren que estaba el listón alto). Sobre todo, en Padrao.

Qué lugar más maravilloso. Risión sin descanso. Llegamos allí a las 23:15. Nos echaron casi a las 03:00. Antológico. Insuperable. No hizo falta un moderador ni nadie que tirara de la lengua a nadie. Con esto bastó:

La exhibición antológica de Messi, el próximo Madrid-Barça, la Champions, Jaume Matas el libertador, Bárcenas, el pobre señor ese al que unos desalmados han destrozado el futuro o los comienzos de Torbe fueron otros asuntos analizados, escrutados y prescritos.

Aunque posteriormente buscamos un lugar en que tomarnos la última, la cordura se impuso y a eso de las 04:00 llegamos a Sanse, incluido un espectacular Míkel, mucho más animado que en otras ocasiones y venido arriba como hacía tiempo que no le recordaba. El Papo ya conoce este lupanar y en breve se pondrá al día en votos, Ortigoza no defraudó a nadie y continuó con ese imparable camino al estrellato (como actor, director, productor o realizador) de cine porno (hetero-homo o animal… eso no importa), Del Rosal le puso pasta al Míkel -como anticipo por quedarse unas fechas en el hogar del banquero- y Pascual, ese honrado trabajador en la sombra, se controló más que ninguno para ejercer de chófer y llevar a todos a su hogar como así estaba estipulado.

Amo a Irlanda. Desde siempre. Creo que el sentimiento es compartido. A los hechos nos remitimos. Pero al salir de Padrao me embargó, cual chispazo inesperado, una sensación muy particular de felicidad, llamémosla, autóctona. Algo que permitiría entender a aquellos que nunca han estado una noche con nosotros por qué los inquilinos de Padrao decimos que non hay terra como a nosa.

10 abril, 2010 - Posted by | Uncategorized

7 comentarios »

  1. Calificaciones para el 21 Moore’s & Co.
    Irlandidad: 8,5
    Ambiente: 8,5 (La jornada de champions hace mucho a favor del ambiente de los pubs)
    Trato: 7,5 (Excelente, amable y solícito. La nota no es sobresaliente debido a que las Guinness no estaban bien tiradas.
    Conversación: 8
    Precio:7

    Media: 7,9

    Comentarios por AsstoMouth | 14 abril, 2010 | Responder

  2. Mis notas:

    Irlandidad: 9,25
    Ambiente: 8′5
    Trato: 8
    Conversación: 8′5
    Precio: 6′5

    Media: 8′15

    Comentarios por El alba siempre es difusa | 14 abril, 2010 | Responder

  3. Mis notas del Moore´s & Co.:

    Irlandidad: 9
    Ambiente: 8,5
    Trato: 7,5
    Conversación: 7,75 (no cuento el Padrao, porque si no…)
    Precio: 7

    Media: 7,95

    Comentarios por Penépolis | 14 abril, 2010 | Responder

  4. Mis notas:

    Irlandidad: 9
    Ambiente: 9,5
    Trato: 7
    Conversación: 9,5
    Precio: 6,5

    Media: 8,3

    Saludos

    Comentarios por Vicente Rojo | 14 abril, 2010 | Responder

  5. […] era un pub irlandés, mas la desesperación sobrevino al saber que ese  pub ahora era el  Moore’s, ya […]

    Pingback por Pub nº38: The Triskel Tavern « Bebedores Magazine | 15 agosto, 2010 | Responder

  6. […] era un pub irlandés, mas la desesperación sobrevino al saber que ese  pub era ahora el Moore’s, ya […]

    Pingback por Pub nº38: The Triskel Tavern « Bebedores Magazine | 15 agosto, 2010 | Responder

  7. […] era un pub irlandés, mas la desesperación sobrevino al saber que ese  pub era ahora el Moore’s, ya […]

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