Bebedores Magazine

Cervezas, fútbol, amigos, conversaciones: un pub irlandés

Pub nº11: The Clover Irish Tavern

La segunda elección de Don Miguel Barra sí dio en el clavo. Para que luego la gente no crea en las segundas oportunidades ni en lo de segundas partes. The Clover dio la razón al banquero.

Pub alejado del típico centro madrileño (Fermín Caballero, 6) con una cierta semejanza en su fachada al The Corner´s Clock. Por dentro, destacar que pese a poderse considerar «pequeño» estaba muy bien distribuido. «Diáfano» comentó acertadamente el ínclito Ortigoza.

Los protagonistas, los de casi siempre: 7 hermanos para 7 birras (algo así era la peli, ¿no?). Chuchi será papá en breve (mayúsculo elogio… y a su señora loas perennes). Don Miguel y su Emilio Tucci volvieron a hacer alarde de elegancia inherente al sujeto. Crack absoluto.
Rodríguez hizo la goma al final, probablemente pensando en la jornada maratoniana de hoy, jueves. Del Rosal dudando y haciendo cálculos para tanta boda, tanto viaje y tan poco trabajo. Fermín, aunque diga lo contrario, ya está pensando en Yanquilandia. Y Ortigoza en Málaga y en Cuenca… producto nacional, ya se sabe. Mi menda haciendo números. Duros tiempos, éstos.

Las 3 horas que minutos arriba o abajo permanecimos en el garito deben circunscribirse en torno al paso de gigante que el Sevilla ha dado para la final de Copa, el penoso partido del Rayo en Córdoba, unas pizzas (dos de una y una de la otra, ésa con «sebosha») y 4 pintas. Y calendarios. Trápani… puede ser que esté más cerca de lo que parece.

Las chicas que servían eran majas, sin duda, pero la cerveza no podía estar peor servida. Infame manera de rendir honores al país del trébol. Se desquitaron invitándonos a la cuarta ronda. Si hago memoria, creo que son los primeros que nos invitan a una ronda completa (bastante mejor que el patetismo de The Corner´s Clock). Y en general con el precio. Excelente.

Espáriz tuvo una intensa charla con el dueño del bar sobre aquesto y aquello. Consejos para llevar un irlandés. Relaciones públicas, contactos…

Y nos comportamos como tenía que ser. No caímos en la tentación del Dublineses y decidimos migrar a casita. Acertado.

El sabor de boca fue, por tanto, bastante bueno.

4 febrero, 2010 Posted by | Uncategorized | , , , , , , , , , , , | 18 comentarios